Desde el Instituto de Arquitectura Consciente queremos presentaros dos iniciativas orientadas al desarrollo de los profesionales de la arquitectura, la ingenieria, interiorismo y construcción en general:

En la actualidad, tanto el arquitecto como el resto de profesionales relacionados con la construccion tienen dificultades para encontrar su sitio, se han convertido en unos "burócratas del proyecto"; la crisis económica y la crisis de valores han provocado un claro desánimo entre los profesionales del sector que buscan ganarse la vida sin rumbo, ni objetivos.

Los profesionales demandan un nuevo código que les haga despertar. Son muchos los que   buscan una herramienta que los diferencie del resto, que aporte valor y que enriquezca sus intervenciones para sentirse de nuevo satisfechos con el trabajo bien hecho y el servicio realizado. Con las herramientas de la Arquitectura Consciente, el arquitecto y resto de profesionales del sector, se sentirán identificados. Ello supondrá una fuente de herramientas para reconducir su profesión aportando un gran valor añadido a la trama social y, claro está, arquitectónica.

Desde GRUPO THUBAN y la Universidad Europea del Atlántico, en colaboración con el Instituto de Arquitectura Consciente, te presentamos una formación que te permitirá enfocar tu proyecto o construcción con una mirada amplia e integradora donde se contemplan:

  • Criterios de sostenibilidad urbana
  • Salud geoambiental
  • Bioconstrucción aplicada a instalaciones biocompatibles
  • Recuperación de técnicas tradicionales en la construcción
  • Incorporación de técnicas innovadoras ecológicas, vegetación en el edificio y el paisaje
  • Economía del bien común
  • Feng shui y geometría sagrada
  • Electrofotónica

Se trata de una apuesta por incluir factores de ecología profunda y trascendencia en la construcción de nuestras ciudades.

Por último, trabajaremos con electrofotónica, que nos facilitará fijar datos, comparar, analizar en detalle y obtener conclusiones de cara a la Salud individual y a la colectiva.

A día de hoy es necesario reorientar la Arquitectura, el Urbanismo y la obra civil en general hacia la Salud; la Salud de los usuarios junto a los espacios que proyectamos y la Salud del planeta que habitamos y que va a permitir la vida a generaciones futuras. Por eso es necesario una transformación profunda de cara a la elaboración de los proyectos y la ejecución de la construcción en edificación y obra civil.

La Arquitectura Consciente maneja herramientas concretas y herramientas sutiles que permiten armonizar un lugar y las edificaciones que en él se sitúan al ritmo del Universo.

La sostenibilidad, la eficiencia energética, el confort, la funcionalidad o la viabilidad técnica y económica, han establecido indicadores parametrizables que deben ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar, proyectar y construir la arquitectura y la ciudad del Siglo XXI.

Sin embargo, existen en la arquitectura y el urbanismo otros aspectos que deben ser tenidos en cuenta, más allá de la evaluación, la parametrización y la valoración tangible o mensurable. Existen por un lado, aquellas características ligadas a la experiencia arquitectónica, la atmósfera que se puede generar desde la propia arquitectura y el diseño de la ciudad; por otro lado, deben tomarse en cuenta aquellos aspectos sociales, en donde la calidad del proyecto considera su aportación al conjunto de la ciudadanía, más allá de la intervención objetual o física. Por último, han de considerarse los valores culturales propios de la identidad colectiva de cada entorno, así como los engranajes de conexión con una cultura global cada vez más hiperconectada y transversal.

Todos ellos son valores difíciles de medir a través del ejercicio disciplinar de la crítica de arquitectura, menos aún a través de herramientas digitales, protocolos o estándares. La arquitectura debe analizar aquellos intangibles aportados desde la sostenibilidad que sólo el verdadero conocimiento, la intuición, o el pensamiento más allá de los indicadores parametrizables, pueden poner en valor.” terreno, del espacio y de la relación con nuestro planeta dentro del sistema solar.

Estas son las conclusiones a las que llegaron seis ponentes en un encuentro celebrado en la sede de ASA (Asociación para la Sostenibilidad en la Arquitectura, un brazo del Consejo Superior de arquitectos de España) con el nombre de “Intangibles en la Arquitectura”. El ser humano esta conectado con su entorno. Llevar la atencion a la realidad que forma parte de él y de su entorno reconociendo su naturaleza profunda abre un abanico de oportunidades para construir un futuro posible y armonioso.

La transformación del espacio para permitir el crecimiento de las personas que lo ocupan en un tándem interconectado uniendo la tierra con el cielo y observando el orden natural es una necesidad inherente al ser humano y da un valor esencial a nuestra sociedad.

Desde los primeros asentamientos el hombre ha buscado cobijo y también lugares para crecer en comunión con el Universo. En una sociedad mercantilizada como la nuestra, hemos dejado de prestar atención y escucha a todo cuanto nos rodea. El sistema basado en factores de rendimiento nos empuja a cerrar nuestra sensibilidad natural y nos invita a movernos como máquinas para producir más y mejor. Pero nuestra naturaleza sensible está ahí latente, esperando el momento para despertar. Tenemos la oportunidad de abrir la escucha interna y trabajar con los códigos de creación que existen en la naturaleza, desde los infinitamente pequeño a lo infinitamente grande la geometría se repite configurando la forma de todo cuanto existe.

 

Con esta formación aprenderemos a reconocer ese orden en el interior para repetir su eco en el exterior, modificando el espacio con una actitud consciente y transformadora encaminada a la Salud Global



A lo largo de la historia, distintas culturas han construido observando el orden natural y esta observación a nivel profundo nos da pautas muy reveladoras. Desde la prehistoria hasta no hace mucho en nuestra historia junto a los maestros canteros, se construia observando el orden, el ritmo y la escucha de las características del terreno, del espacio y nuestra relación con nuestro planeta dentro  del sistema solar.

Es el momento de reorientar la toma de datos y de decisiones en la práctica de la construcción, en la realización de proyectos arquitectónicos y urbanísticos así como en la configuración de espacios o estructuras empresariales. Las decisiones que resultan pasan por manejar nuevas herramientas que permitan dar un salto cualitativo en la calidad de nuestro parque edificatorio responsable de un porcentaje cada vez más elevado de emisiones de CO2 y de mala gestión de los recursos que, sabemos, son limitados. Este cambio de actitud proporcionara un estado de bienestar generalizado y abrira las puertas de un futuro saludable en nuestro planeta.

Empezar por los edificios que habitamos y los espacios urbanos que ocupamos, configuran y transforman nuestros hábitos, es sin duda un acierto.

“Soy testigo sensible de cómo la actividad humana se está alejando de su naturaleza empujada por criterios de rentabilidad y consumo para evidenciar al fin que estamos olvidando quienes somos. Como seres humanos, necesitamos recuperar nuestro lugar, reconocer quiénes somos, despertar nuestra sensibilidad y trabajar conjuntamente para el desarrollo y el crecimiento de la vida en nuestro planeta.”

Anahí Asenjo Romera

Directora del Expero Universitario de Arquitectura Consciente

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